Métodos Para La Congelación De Alimentos

Uno de los métodos, para la conservación de alimentos en frío, es la congelación. Con la congelación, los productos pueden durar por largos periodos de tiempo, sin perder sus cualidades nutricionales, ni sus propiedades organolépticas. Esto es posible porque los métodos de congelación retrazan la descomposición de los alimentos perecederos, por lo que es posible almacenarlos –en condiciones especiales-, para ser consumidos mucho tiempo después. Es por ello, que los productos congelados han venido a revolucionar la oferta y demanda de alimentos. Veamos algunos de estos métodos de congelación de alimentos.
-Congelación por contacto directo: en esta categoría se incluyen las estrategias, en las que los alimentos –o los recipientes con alimentos- hacen contacto con una superficie que ha sido enfriada con un refrigerante. No obstante, ni el alimento ni el recipiente hace contacto con el refrigerante.
-Congelación por aire: para ejecutar este método, los alimentos se deben ubicar al interior de un cuarto frío aislado, en el cual la temperatura debe estar por debajo de los 20° C bajo cero. En el cuarto frío el alimento es congelado y se eliminan la partículas del vapor de agua, con aire frío más seco, con en fin de evitar quemaduras por frío.
-Congelación por inmersión: para congelar alimentos con este método, se puede sumergirlos en un líquido frío o rociarlos con el mismo. Como se puede ver, hay un contacto directo entre el alimento o recipiente y el refrigerante.
-Congelación criogénica: con esta práctica se congelan alimentos, al sumergirlos en gases licuados. Estos gases cuentan con un punto de ebullición muy bajo, ejemplo de ello son el nitrógeno líquido y el CO2 líquido.
Cualquiera sea el caso, se debe evitar que la congelación sea intermitente. Por esta razón, se debe contar con mecanismos que, una vez que el alimento sea congelado, permitan mantener su temperatura indicada. Para lograr este objetivo, existen lugares climatizados y equipos de refrigeración, que mantienen la temperatura adecuada y constante, para que un producto pueda seguir estando congelado, durante el tiempo que lo requiera. Esto es crucial, puesto que cuando un alimento congelado deja de estar a la temperatura requerida, los microorganismos que causan la descomposición se reactivan y la calidad del producto se verá afectada de manera negativa.
Consecuentemente, existen compañías especializadas en sistemas para el almacenamiento de productos congelados. Estas empresas cuentan con dispositivos y métodos, para evitar que los alimentos –congelados o refrigerados- se estropeen, a causa de un corte en el suministro de frío.
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