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Sistemas De Refrigeracion

Productos Perecederos Y Refrigeración

Productos Perecederos Y Refrigeración

La refrigeración, de productos perecederos, debe comenzar después de que éstos han sido recolectados. En el caso de frutas y verduras, después de la cosecha y en el caso de las carnes, después del sacrificio.

Después de la cosecha o del sacrificio la refrigeración es necesaria, para evitar el deterioro de los productos perecederos. Dicho deterioro es muy rápido y por ello, hay que llevar a estos productos a un hidroenfriador, en el que se aplican chorros de agua fría, para disminuir la temperatura. Luego de ello, los productos son llevados a medios de transporte, que los llevarán hasta bodegas refrigeradas.

Es importante que los alimentos perecederos sean sometidos a un enfriado rápido, antes de pasar a una cámara de refrigeración. Una manera de hacerlo es usando nitrógeno, con el que muchos productos son enfriados de manera rápida.

Para un almacenamiento refrigerado se deben seguir ciertos pasos. Uno de ellos es contar con una temperatura baja y regulada. De la misma forma, hay que contar con buena circulación de aire y controlar la humedad. Con ello se busca suministrar condiciones de refrigeración y asilamiento, que permitan mantener un recinto a una temperatura que no varíe más de 1.2º C

Asimismo, hay que estar al tanto de cada uno de los aspectos, que pueden producir calor o que pueden influir en la capacidad de eliminarlo. Entre estos aspectos están la cantidad de bombillas, el número de personas, que trabajan en dicho lugar; la frecuencia con que se abren las puertas de acceso (lo que permite el ingreso de aire más caliente), además del tipo y la cantidad de alimentos que se piensan refrigerar. Es sumamente importante saber la cantidad de energía térmica que se debe retirar de cada producto y de la zona de almacenamiento, para mantener la temperatura estable. 

La circulación de aire al interior de una cámara de refrigeración es vital, ya que con ella se aleja el calor de los alimentos y se envía a otros lugares. Pero para que esto se dé el aire no puede estar muy seco o muy húmedo. Si el aire contiene mucha humedad puede ocasionar condensación, en la superficie de los alimentos, mientras que si es demasiado seco, hará que los alimentos pierdan su humedad en cantidades alarmantes.

Aunque pueda parecer que la refrigeración de productos perecederos a diferentes temperaturas, según cada caso, no es económico, los cierto es que  con ello las cualidades nutricionales, además de su olor, color, sabor y textura; se conservan. Además, con ello se mantienen alejados de plagas como insectos, roedores y hasta parásitos.



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